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El Zorro anda muy deportivo. Cada mañana lo despiertan los aullidos humanos de las cuevas vecinas. En el bosque juntaron una lanita y se consiguieron una tele de segunda mano para ver que los trae tan apasionados y conocieron el fútbol por primera vez. “Será que tienen nombre de comidas”, pensó.” ¿El chicharito y el tecatito… de que más habrá?”, se quedó pensando.

La duda era en que idioma pensar. “Los humanos siguen dando sorpresas por lo peleoneros y poco prácticos”, le dijo un perro colado en la cueva para ver la tele. “Acá nos damos a entender como sea y no armamos tanto borlote”, insistió. El Zorro asintió con la cabeza. “Mientras que aquí hablamos lo que haga falta y sea más conveniente, ellos quieren hacer que si alguno no entiende les aúllen en su idioma y traigan a otro que le diga a la mayoría de que se trata”, sonrió con picardía. Por eso el bosque es un lugar mejor para estar al parecer.

La realidad es que, de acuerdo a cifras oficiales, por estos rumbos solo uno de cada diez no habla español, o sea que el 90 por ciento lo prefiere al “inglish” y cuando hay asuntos importantes en lugares como Sunland insisten que cuesta un dineral que se ponga traductor al español cuando absolutamente todos (en el Cabildo y casi el público completito) hablan “spanich”. Ni que le estuvieran haciendo algún gran favor a la gente que los contrató, o sea los que pagan impuestos.

La ley es muy clara respecto a que se deben publicar las cosas en español porque somos mayoría, que por aquí no hay un idioma oficial, menos aún la obligación a nivel local, de hablar inglés y que se debe ofrecer traducción para que todos entiendan… lo que no dice es traducción de qué a qué. Eso de andar a los empujones nunca dio resultado a la larga y este no será el caso. Understand?, ejem… ¿se entiende?

Hay gente que está contenta con los resultados de las elecciones y otros no tanto, pero ¿cuándo terminarán de limpiar todos los anuncios, carteles y otras cosas que quedaron regadas por todo el condado? Hay que aprender de los japoneses y los de Senegal, que antes de irse de la cancha en el mundial se pusieron a limpiar todo. ¡Buen ejemplo!

Que el agua de CRRUA pasó el examen y ya se puede usar, dijeron en la última junta, y encima se pusieron calculadora en mano a ‘balancear’ las tarifas. Como que se tardó, pero valió la pena. Si miran con cuidado hasta conejitos andan correteando por el frente del edificio.

¿Será por el calor inusual? Trump sigue poniendo a pelear a todo el mundo y hasta en Columbus se juntarán para reclamar por andar separando a la gente. Mientras los mero-mero de Santa Teresa se despacharon con bicis para los pequeñines que sacaron buen puntaje en la ‘school’ y en Las Cruces dan clases al público de cómo darle medicina y salvar a los que se avientan algún viaje con opioides. Una pregunta por pura y (muy) sana curiosidad. En la clase nunca dijeron si los de afuera (países o gente) son fabricantes o se las contrabandean de “allá”, más bien dio la impresión que son producto de U-S-A, entonces ¿por qué tanta confusión en todo? Por eso les digo que los animales del bosque son mucho más prácticos y saben salir a conseguir lo que comen en grupo y bien calladitos.

¿A propósito, alguien al pendiente de México y sus elecciones? ¿Aprenderemos modales como para mandarle, aunque sea un ‘like’ por el ‘feis’ al ganador, o es mucho pedir?

El Zorro se despide pidiéndoles que se cuiden de los calores. Hasta la próxima.