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¿Cómo andamos?

¡Qué pasó mi Rrrrrazaaaa! Aquí está de vuelta el pícaro Zorro para decir lo que muchos piensan y pocos se atreven a decir… (no está mal para comenzar, modestamente). Pues bien mi gente, ya parece que las cosas se van poniendo más serias en la frontera. Mientras que hay algunos personajes contagiados de patriotismo y convencidos de que la segunda enmienda de la constitución les da permiso de irse de camping a metros del muro y jugarla de polis, los “federalis” ya se cansaron de sus ambiciones onda Hollywood y se llevaron al bote a uno que se vino desde “Flower View”, o sea Flora Vista, a hacer películas por el “iu tub” con su AR-15 (que aquí se consiguen hasta por correo). Pues ni mais, que se lo llevó el FBI porque ya había hecho su alboroto en otras partes y en esos tiempos le dieron más que un jalón de orejas.

El Zorro se sigue preguntando quien gana calentando tanta cabeza inocente, casi ilusa. Ni los pobres desesperados que tendrán sus razones para venir, ni los colados de otros lados que se agregaron en el camino, saben algo del significado de asilo (antes le decían asilo político, ¿no?). Tampoco entienden los que se hinchan el pecho de patriotismo mal enfocado lo que significan las leyes y tratados internacionales de los que este país es parte. Alguien gana con tanta desinformación, “feik nius”, confusión, manipulación o como quieran llamarlo. Alguien quiere usar esta tragedia para llevar agua a su molino. Si de veras se quisiera hacer algo ante tanta desgracia lo menos sería bajarle un poco al discurso vacío e incendiario y ver las razones de que de repente suba la marea y nadie sepa nadar.

A muchos de esos países los hemos invadido más de una vez (vean los libros de historia o busquen en el “gugl”), les pusimos y ayudamos a presidentes de dudosa reputación (“no coluchon) y de vez en cuando miramos p’al otro lado cuando pasaron cosas muy feas. Encima, nos dimos el gusto de mirarlos y decirles que si hicieran las cosas como nosotros les iría mejor. 

Por otro lado, el Zorro es razonable. No se entra a la casa del otro así como así. Se toca timbre, se pide permiso y se usa la puerta… no la ventana. Si no se hace de esa forma, ni modo que el dueño nos espere con el perro (o la suegra) para espantarnos. O sea, pedir ayuda y reclamar que se cumplan las leyes y tratados no quiere decir que hay que ser maleducados. Es tan fácil de entender y, viendo las caras de esa gente, es tan fácil de creer que no tienen mala intención que El Zorro repite la pregunta: ¿Quién tiene interés o algo que ganar con esta situación y por qué en este momento? 

Hasta la próxima mi gente. No dejen de pensar, que todavía es gratis.