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Nómadas digitales, una experiencia única

“Mi oficina es el mundo” es la frase más común entre los llamados nómadas digitales. Son los trabajadores con mayor movilidad de la historia, si descontamos a comerciantes y transportistas, cuya función es trasladar bienes y personas a miles de kilómetros de sus casas.

Los nómadas digitales no representan a ningún sector en específico. Están dispersos por todo el espectro de lo posible, siempre y cuando puedan ajustarse a la economía digital: periodismo, marketing, programación informática, publicidad, atención al cliente, nuevas tecnologías de la información, finanzas, arquitectura, consultoría, entre otras áreas.

En Miami, por ejemplo, se gesta desde hace años un interesante movimiento con emprendedores provenientes de Estados Unidos y otras partes del mundo. Buscan un mejor clima, bellezas naturales, menos impuestos y ambiente multicultural. Otros prefieren destinos como Costa Rica, Vietnam, Tailandia o Indonesia, para convertir sus oficinas en experiencias únicas.

Es cierto que el Covid-19 ha trastocado los planes de muchos, a quienes la pandemia sorprendió en países que, de pronto, prohibieron entradas y salidas o restringieron sus actividades. Otros se mueven, según las cambiantes circunstancias, aprovechando cada resquicio para seguir descubriendo.

El famoso novelista norteamericano Henry Miller afirmaba: “Nuestro destino de viaje nunca es un lugar, sino una nueva forma de ver las cosas”. Es eso precisamente lo que buscan hoy los nómadas digitales.

¿Qué hace falta entonces? Ten en cuenta estos consejos y adáptalos a tu situación:

-Hay que establecerse en lugares donde no corramos el riesgo de quedarnos sin internet o energía eléctrica. O pensar en opciones de reserva para evitar una parálisis imprevista.

-Analizar las leyes migratorias. Países como Portugal, Barbados, Emiratos Árabes o Bermudas han desplegado planes para atraer a los perfiles digitales. Pero en otros puede ser un calvario que se caduque la estancia legal.

-Gestionar bien la soledad. Por lo general, los nómadas digitales no emigran con familia o amigos; aprenden a estar solos o incorporan rápidamente a nuevos actores, allí donde vayan.

-Ser disciplinados. Porque trabajar desde el paraíso sigue siendo trabajar. Jamás olvidar que otras personas dependen de tu labor, pero tienen horarios diferentes. La seriedad es fundamental para que las empresas continúen contando contigo, estés en la casa de siempre o al otro lado del mundo.

Lo más importante son las experiencias, lo aprendido en cada lugar y la huella positiva que dejes al marcharte. Dar y recibir.

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