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El Zorro

¿Qué pasó rrrrrazzaaa?… ¿Cómo está mi gente? Los saluda El Zorro, su pícaro amigo, ese que dice lo que otros no dicen y pregunta lo que otros no se animan, deseándoles que las madres estén felices, las esposas tranquilas y las suegras… en fin… ¡bien suegras!

Y como regalo de fiesta-celebración la gober nos dio la gran noticia, digamos que notición, que Niu México se reabre en cosa de unas semanas. No contenta con lo del cannabis ahora se despachó con que los casos del virus están bajando a medida que más raza se subió la manga, aguantó el pinchazo con cara de recia y se fue vacunando. Dicen que si la vacuna no se pusiera en el brazo y fuera más debajo de la línea de flotación la gente estaría haciendo línea para mirar de reojo a las vecinas (y vecinos) … ¿será?

Mientras, un día hace calor, al otro frio y después viento. Ya no se pueden lavar los carritos ni colgar la ropa. Sopla tan fuerte el aire que se supo de un vecino que tuvo que rescatar sus prendas íntimas del alambre con púas de la valla fronteriza. Si no se atoraba ahí, ¡hasta en Juárez se hubiera hecho famoso!

A propósito. En la capital del estado ya han llamado a concursar a más de una tribu de indios nativos a ver quien gana lo de la “Danza de la lluvia” y nos trae un poco de agua antes de que se acabe.

Qué susto con el censo. Ahora se dieron cuenta que aquí cada vez somos más viejitos y que en otras partes la población creció más. Por poco y nos quitan algún congresista. Encima que no se hizo un gran esfuerzo para encontrar gente que no quiso participar tampoco. Mucha lana está en juego pero como se aprovechan de la indiferencia o desconocimiento, les metieron miedo y ahora no aparecen en el mapa. El hambre y las ganas de comer dice el sabio dicho.

Se siguieron prendiendo “trailas” por todos lados. La lumbre hizo desaparecer seis en Chaparral y un par en Organ. Cuidado con las conexiones eléctricas y el gas mi gente. Literalmente, ¡la cosa está que arde!

Y para terminar, nos venimos enterando de las cantidades de comida que organizaciones de voluntarios, gente de bien, han distribuido en muchas partes. Por todos lados aparecían camiones con ayuda mientras que familias enteras esperaban en fila para recibirla. En Sunland Park hizo falta como nunca antes, y eso es solo un ejemplo de la necesidad que hay. Imagínense si en vez de solo voluntarios de organizaciones sin fines de lucro se pudiera contar con todos y todas… Honor a quienes honor merecen. Los que cuando les quieren tomar fotos se quitan de enfrente y siguen repartiendo… Mi gente, ustedes saben de quienes hablamos… ¿verdad?

El Zorro se despide con un abrazo cordial (¡ya se vacunó!) deseándoles salud y chamba. Nada menos.