¿Quién no se encariñó alguna vez con un animal en la calle? Esa es la historia de Tomassino, que en 2011 heredó una fortuna de 13,2 millones de dólares de su dueña, Maria Assunta, quien de acuerdo a sus abogados dejó toda su fortuna al felino, a quien encontró en la calle y cuidó desde entonces por su amor por los animales. La anciana contaba con una importante cantidad de propiedades a lo largo del país, cuentas bancarias y acciones, pero no tenía familiares.
Qué dice la ley italiana
¿Quién puede reclamar la herencia en Italia? Cualquier persona indicada en el testamento y las personas consideradas herederos legítimos. Es posible que otros miembros de la familia, hasta el sexto grado de parentesco, reclamen la herencia. En caso de que no haya heredero ni disposición de los activos, el Estado italiano también puede heredar. Pero al hablar de un animal se complica aún más las cuestiones jurídicas ya que no existe ningún inciso o en referencia a este caso extraordinario.
Con la mente clara y decidida
Cuando llegó el momento de hacer el testamento, la millonaria tenía ya 92 años, pero su lucidez mental estaba intacta. Primero los profesionales comprobaron que no existiesen familiares vivos que puedan reclamar la herencia.
Su abogado explicó que, de acuerdo a la ley italiana, Tomassino no puede heredar el dinero directamente, y en el testamento se solicita que el patrimonio sea entregado a una asociación animal, si pudiera encontrar alguna De lo contrario, a una persona idónea para cuidarlo. “La señora sufría sólo de soledad, por ello tenía a este pequeño gato para disfrutar de su compañía. Siempre estaba sobre su regazo, y lo cuidó más que a un hijo”, explicó su enfermera, que fue nombrada administradora.
Como era de esperar, se recibieron muchos correos electrónicos de candidatos que querían adoptar a Tomassino, contó uno de los abogados.