Un anuncio de televisión me molestó mucho, porque, para vender, miente, confunde y se burla de los hombres. Debería ser retirado de todos los canales, ya que, quien escribió el libreto, sabe de sexualidad lo que yo sé de llegar a la Luna.
Me explico:
-Se confunde disfunción eréctil con deseo sexual, eyaculación precoz, eyaculación retardada y tamaño del pene. Solo un analfabeto, y además estúpido, pudo haber escrito eso. Y peor están de la cabeza quienes pagaron a actores tan malos para repetir, como papagayos, lo más terrible que he visto en televisión.
-Afirman que una nueva pastilla sube el deseo sexual, lo que, según ellos, ayuda en la disfunción eréctil. Lo peor es que hablan de impotencia, algo que ha sido prohibido hace años, porque hace sentir a los afectados (que necesitan apoyo y esperanzas), como gente que ya no sirve para nada.
Ya es mucho para los hombres ser vistos como un pene erecto caminando por el mundo. Si entonces ese pene no se erecta, el hombre “no sirve” y será abandonado por su mujer. Dios mío, ¡cuánta ignorancia!
-El acto sexual no es solo penetración. La erección es importante, pero existen muchas maneras de disfrutar y alcanzar el orgasmo, aunque el pene no se erecte. De hecho, un pene flácido puede eyacular y ese hombre tener un orgasmo, incluso sin erección.
-Pero la idiotez no termina ahí. También afirman que la pastilla hace crecer el pene, sirve para la eyaculación retardada o precoz, y hasta para devolver el deseo sexual. ¿Nos estamos volviendo locos?
El deseo sexual no lo sube ninguna pastilla. De hecho, hay muchos hombres que desean profundamente a una mujer y no tienen erección al intentar hacer el amor con ella. La eyaculación precoz tampoco tiene que ver con la disfunción sexual. El eyaculador precoz puede tener erecciones y hasta penetrar. El problema aquí es el tiempo, ya que no controla lo suficiente su erección y su terminación es mucho más rápida. O sea, no controla su orgasmo y eyaculación
-El tamaño del pene no tiene nada que ver en todo esto, ni con la satisfacción sexual. Como he repetido hasta el infinito en los medios de comunicación: más vale que sea chiquito y juguetón, y no grande y manganzón. O sea, que el tamaño no es determinante en el disfrute. De hecho, muchos hombres con penes muy grandes reciben rechazos de las mujeres, por el dolor que les producen en la penetración.
Ya estoy cansada de tanto acoso a los hijos de Adán. Es bastante vivir con el peso de no controlar las erecciones y, por si fuera poco, si no lo hace “no es un macho”. Solo una pareja ignorante se divorcia por esto. Hay miles de soluciones. Definitivamente, ¡qué difícil es ser hombre en esta época!