El caso, que habría sucedido en 2009, fue denunciado en un reciente informe del gobierno de Estados Unidos.
El informe, que fue publicado por el Departamento de Estado, está enfocado en el estado de “libertad religiosa” de cada país y cubre “las políticas gubernamentales que violan las creencias y prácticas religiosas de grupos, denominaciones religiosas e individuos, y las políticas de Estados Unidos para promover la libertad religiosa en todo el mundo”. La dura sentencia al niño de 2 años ocurrió porque el menor y toda su familia habrían sido condenados a cadena perpetua por tener una Biblia en su casa.
Presos toda la vida
El informe, que basa sus afirmaciones en una investigación de la organización Korea Future, señala que hay entre 200 mil y 400 mil cristianos clandestinos en Corea del Norte. “Un caso involucró el arresto de una familia en 2009 debido a sus prácticas religiosas y posesión de una Biblia. Toda la familia, incluido un niño de dos años, fue sentenciada a cadena perpetua en campos de prisioneros políticos”, dice el informe.
Se denuncia que las víctimas fueron objeto de arresto, detención, trabajos forzados, tortura, negación de un juicio justo o derecho a la vida y violencia sexual, por practicar el chamanismo, o creencias cristianas.
La persecución es consecuencia -según el informe del Departamento de Estado- de la paranoia del régimen de Kim Jong-un sobre cualquier persona que no tenga devoción absoluta para con él y su familia.
Las entrevistas fueron realizadas en su mayoría a desertores del régimen. Ellos habrían revelado los casos de cristianos torturados, asesinados y encarcelados y afirmado que las pocas iglesias cristianas que hay en el país son “iglesias de muestra”.