En Islandia hay una ley según la cual no se puede dar a un recién nacido un nombre que nunca antes se haya inscrito en el registro civil. Por eso es habitual esperar al menos tres meses para plantearse la elección. Hasta que se elige un nombre, al niño se le llama stúlka (‘niña’) o _strákur _ (‘niño’). Al elegir un nombre, los padres deben atenerse a una lista de nombres y segundos nombres legales. Actualmente hay unos 1.712 nombres masculinos y 1.853 femeninos en la lista.
Si los padres desean utilizar un nombre que no figura en la lista, deben enviar una solicitud al Comité Islandés de Nombres (Mannanafnanefnd) antes de poder ponerle el nombre a su hijo.
Para ser aprobado, el nombre debe cumplir unas normas estrictas: debe contener sólo letras del alfabeto islandés y debe poder declinarse según la gramática islandesa.
La ley establece que el apodo deseado “no puede entrar en conflicto con la estructura lingüística del islandés”. Por ejemplo, el nombre “Pedro” fue rechazado recientemente porque ningún nombre islandés termina en “O”.
Sin embargo, “Pedró”, escrito de otra manera con una “ó” islandesa, fue aprobado porque puede declinarse correctamente. Los nombres “Carolina”, “Christa” y “Baltazar” tampoco son legales, deben escribirse “Karólína”, “Krista” y “Baltasar” porque el alfabeto de la lengua islandesa no contiene “C” ni “Z”.
Otra condición para la aprobación de un nuevo nombre es que el apodo no avergüence al niño, aunque el nombre se ajuste a la gramática.
En Colombia hay muchos niños de la costa (sobre todo la pacífica) que se llaman Usnavy. Nombre que tomaron sus progenitores de las naves de guerra americanas atracadas en puerto con el emblema U.S. NAVY.
En España hay un libro en el Registro Civil con los nombres que se pueden poner legalmente. El funcionario del registro lo comprueba antes de aceptar el nombre. Si el nombre no figura la última palabra la tiene el juez que siempre hay de guardia en el registro (se resuelve en el acto). Si el juez acepta, el nombre se añade a los nombres válidos en ese registro.
Por cierto, la limitación en España es dos nombres simples o uno compuesto a diferencia de otros países como Francia.