Un plátano, que durante años ha suscitado polémica en el mundo del arte se vendió por 6,2 millones de dólares en una subasta de arte de Sotheby’s, se convirtió en la que posiblemente sea la fruta más cara del mundo, aunque probablemente se irá a la basura en un par de días.
El plátano es la estrella de una obra de arte del conocido bromista Maurizio Cattelan, que está pensado para ir pegado con cinta adhesiva a la pared. Viene con un certificado de autenticidad e instrucciones de instalación para que los propietarios puedan sustituir el plátano —si lo desean— cuando se pudra. Cinco minutos de rápida puja, que había comenzado en 800.000 dólares, terminaron cuando el empresario chino Justin Sun hizo la oferta ganadora.
El empresario presenció la subasta desde Hong Kong y añadió que “en los próximos días, me comeré personalmente el plátano como parte de esta experiencia artística única, honrando su lugar tanto en la historia del arte como en la cultura popular”.
La obra se convirtió en una sensación mediática y apareció en la portada del New York Post. Algunos críticos fueron más generosos que la prensa sensacionalista. El artista dijo que concebía su obra como un golpe satírico a la especulación del mercado.
El plátano Dole, que estaba pegado a la pared de Sotheby’s, fue comprado ese mismo día en un puesto de fruta cercano en Manhattan, por 35 centavos.
Uno de ellos, Theodore Bi, calificó la obra de “una idea que cualquiera puede respaldar” y dijo que tenía la intención de regalársela a Elon Musk.
Sun, el ganador, es el fundador de Tron, una criptodivisa. El año pasado se presentaron cargos en su contra por la venta no registrada de valores de criptoactivos y prácticas manipuladoras que crearon la falsa apariencia de un gran interés en sus monedas digitales por parte de los inversores. La Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos también acusó a ocho personas famosas, entre ellas Lindsay Lohan, de promocionar ilegalmente las criptodivisas de Sun.
Sun nació en China y también tiene nacionalidad granadina, y fue embajador de Granada ante la Organización Mundial del Comercio. Todavía utiliza el honorífico “su excelencia” en el sitio web de Tron. Ha gastado millones en arte tradicional y digital y su colección va desde una escultura de Alberto Giacometti de 1947, adquirida en una subasta por 78,4 millones de dólares en 2021, hasta casi 600 mil dólares en una roca mascota.
Cattelan, el artista de 64 años, instaló en 2016 un inodoro de oro macizo en un baño del Museo Guggenheim y en una ocasión pegó con cinta adhesiva a su propio comerciante de arte a la pared de una galería.