¿Qué tal raza? ¿Todo bien mi gente? Los saluda su amigo del alma, El Zorro. El mismo que se mete donde no lo invitan y pregunta lo que muchos no se animan. 

Empezamos con un pésame de todos nosotros, quienes hacemos el Camino Real y quienes lo leen, por el fallecimiento de el Papa Francisco. Con todo lo que podemos pensar de sus posiciones en temas difíciles, es innegable la influencia que tuvo en todo el planeta. Quienes lo conocieron desde jóvenes (ver la nota exclusiva en páginas centrales) nos cuentan que, desde sus inicios en Argentina, el Papa se la jugó por la gente humilde y aguantó la presión de gobiernos que no comprendieron la naturaleza de su trabajo. Se las vio con militares y civiles que lo quisieron intimidar o usar, y estuvo en lugares donde nadie se metía. Fue muy difícil condensar en unas líneas las horas de testimonios de Jorge Giorgetti. Intentaremos poner en nuestra web algunas fotos y documentos adicionales a lo que cabe en nuestra edición impresa. 

Cambiando de tema, sigue el relajo de lo de las tarifas a medio mundo. Nos va quedando la impresión de que el mundo ya nos va viendo (y midiendo) como una especie de niños berrinchudos que se ponen a romper todo cuando no le compran lo que quiere en la tienda. Por muchos años nos dedicamos a hacer lo contrario que los demás. Nos portamos como los reyes de todo y fuimos perdiendo terreno. Las cosas que se hacen afuera fueron mejorando, las fábricas se modernizaron y los chinos fueron haciendo amigos en todo el mundo. Ahora el presidente se queja de que les compramos más y ellos nos compran menos. Como que la gente está mensa y va a poner su lana en carros más caros, por solo dar un ejemplo. Mire mi gente, según los que estudiaron estos asuntos, ya pasó hace mucho rato el tiempo de salir a gritarle a todos y repartir castigos hasta a los que más necesitamos. Ellos dicen que la cosa se debió hacer caso por caso, cosa por cosa, y no quedarnos mostrando cuadros y fórmulas que no convencen a nadie salvo a aquellos que creen historias sin sostén. Ya es muy tarde y ya nos sacaron ventaja. ¡Y encima andamos peleándonos con nuestros mejores amigos!… Los chinos miran a los problemas con paciencia y a largo plazo, nosotros queremos hacerlo todo rapidito… y así nos fueron ganando. Aunque nos duela y queramos ir a decirle cosas en la cara ellos son muy grandes y los dejamos crecer más. Les mostramos todas las cartas, vinieron a aprender en nuestras universidades y se pusieron a fabricar de todo. Ahora los acusamos de hacernos lo mismo que el presidente amenaza con hacerle a ellos y -encima- nos dice que ponerle impuestos a lo que compramos acá no es ponerle impuestos a la gente de acá.  

Mire mi gente. Acá es cosa de meterle lana a nuestra educación, a formar ingenieros, trabajar mucho y cosas así. A ponernos a hacer cosas de mucho más valor y dejarle a ellos lo que venden barato antes de que nos ganen en tecnología, conocimiento y hasta autos eléctricos. La gente compra estas cosas de quien las haga mejor, no subiéndole el precio a todos y decirnos que con eso ya se arregló la cosa. Tomó años quedarnos atrás, o que nos alcancen, y ahora tomará años ponerse las pilas. ¡Hasta la próxima!