El Día de la Independencia fue ratificado el 28 de junio de 1870, cuando el Congreso decretó el 4 de julio como feriado federal. Cuando la fecha cae un sábado, el feriado laboral se celebra el viernes, y si cae un domingo, se pasa al lunes siguiente.
Lo que hoy se conoce como Estados Unidos estaba formado por 13 colonias pertenecientes a Gran Bretaña; sin embargo, el 4 de julio de 1776, los representantes de esas colonias firmaron la Declaración de Independencia, un documento que reconoce a Estados Unidos como una nación independiente.
¿Cómo se celebra el Día de la Independencia?
El 4 de julio se celebra con actividades como fuegos artificiales, ceremonias, discursos, desfiles y conciertos, entre otros. Además, los estadounidenses hacen reuniones familiares y barbacoas.
España ayudó a los las trece Colonias con dinero, armas y finalmente con ayuda militar directa. Tal como reconoció el propio George Washington, sin la ayuda de España no hubiera sido posible su triunfo.La España de Carlos III y su ministro Floridablanca diseñaron un discreto plan de ayuda: libertad para los navíos americanos recalaran libremente en los puertos del Misisipi controlados por España; envió de fuertes remesas de dinero para la causa independentista; y envió de armas y pertrechos con destino al ejercito comandado por George Washington, quien consideró indispensable la ayuda de la flota española y de sus posiciones en Norteamérica, que incluían el control de La Florida, La Louisiana y el Misisipi.
Las victorias de Bernardo de Gálvez contra los ingleses supusieron la liberación del Misisipi y el Golfo de México para la causa independentista norteamericana.
Cuando Bernardo de Gálvez recibió de Carlos III la orden de entrar en acción contra Inglaterra apoyando la Independencia norteamericana,en una rápida campaña consiguió tomar los fuertes ingleses de Bute de Manchac, Baton Rouge, y Panmura de Natchez, que protegían las riberas del Misisipi: se liberaba y franqueaba toda la cuenca de la más importante vía fluvial de comunicación, lo que sería fundamental para controlar una zona estratégica que propiciaría la victoria final de los independentistas norteamericanos.
Su victoria en la batalla del Fuerte Charlotte (febrero, 1780) que protegía la estratégica ciudad de Mobile resultó determinante para la seguridad de Nueva Orleans, entonces el más importante bastión español en la zona, y al mismo tiempo posibilitó el posterior ataque contra Pensacola (marzo, 1781), último emplazamiento británico en el Golfo de Méjico.
Su arriesgada hazaña fue recompensada al incorporar a su escudo de armas el lema “Yo Solo”, en tributo a su decisión de cruzar a solas el peligroso estrecho para acceder a la bahía. La ciudad de Galveston en Tejas
Hacia la independencia
Un panfleto de Thomas Paine, El sentido común (Common Sense), fue publicado en enero de 1776. Su importancia radica en que estimuló el debate público sobre un tema que pocos se habían atrevido a hablar abiertamente. El apoyo a la emancipación aumentó constantemente después de la publicación.
Antes de que el acta de emancipación fuese aprobada en julio de 1776, las relaciones se habían deteriorado. El Parlamento británico promulgó leyes para aumentar los impuestos en las colonias, como la ley del sello y las leyes de Townshend. Dicho órgano legislativo consideró que estas normas eran un medio legítimo para que las colonias pagaran una cuota justa por los costos de mantenerlas en el Imperio británico.
Sin embargo, muchos colonos habían desarrollado un concepto diferente del imperio. Las colonias no estaban directamente representadas en el Parlamento y los colonos argumentaban que ese órgano legislativo no tenía derecho para asignarles impuestos. Esta disputa fiscal formaba parte de una mayor divergencia entre las interpretaciones británicas y americanas de la Constitución de Gran Bretaña y el alcance de la autoridad del Parlamento en las colonias. El punto de vista de los británicos defendía que el Parlamento contaba con autoridad suprema en todo el imperio y que todo lo que el Parlamento hacía era constitucional. No obstante, en las colonias se había desarrollado la idea de que la Constitución británica reconocía derechos fundamentales que el gobierno no podía violar, ni siquiera el Parlamento. Anticipando la creación de la Mancomunidad de Naciones,[ en 1774 los literatos norteamericanos Samuel Adams, James Wilson y Thomas Jefferson discutían si la autoridad del Parlamento se limitaba solo a Gran Bretaña y que las colonias —con sus propias legislaturas— deberían relacionarse con el resto del imperio únicamente por su lealtad a la Corona.
Congreso
A pesar de este creciente respaldo popular a la independencia, el Congreso carecía de la autoridad para declararla. Los representantes fueron elegidos al Congreso por trece gobiernos diferentes —que incluían convenciones fuera de la legalidad y asambleas democráticas. Independientemente de sus opiniones personales, los representantes no podían votar para declarar la independencia a menos que sus instrucciones permitieran tal acción. De hecho, algunas colonias prohibieron expresamente a sus representantes tomar medidas para separarse de Gran Bretaña, mientras que otras les dieron órdenes ambiguas sobre el tema. A medida que la opinión pública favorable a la emancipación crecía, los defensores de la independencia buscaron la revisión de las órdenes de los representantes.[Para que el Congreso pudiera declarar la independencia, la mayoría de las delegaciones necesitaría autorización para votar a favor de ese asunto y, al menos, un gobierno colonial tendría que instruir (o dar permiso) específicamente a su delegación para proponer una declaración de independencia
La Declaración
La Declaración era fundamentalmente una explicación formal de por qué el Congreso rompió sus lazos políticos con Gran Bretaña el 2 de julio. Sin embargo, el Día de la Independencia se celebra dos días después, fecha en la que se aprobó.
La versión más conocida de la Declaración se exhibe en los Archivos Nacionales en Washington D. C. Esta copia manuscrita fue solicitada por el Congreso el 19 de julio y firmada el 2 de agosto.
El contenido y la interpretación de la Declaración han sido objeto de mucha investigación académica. Por ejemplo, el documento justificaba la independencia de los Estados Unidos al enumerar los reclamos coloniales contra el rey Jorge III y afirmaba ciertos derechos naturales y legales, incluido el derecho de revolución. Abraham Lincoln la hizo pieza central de su retórica. Desde entonces, se ha convertido en una conocida reivindicación sobre los derechos humanos, en particular su segunda oración:
We hold these truths to be self-evident, that all men are created equal, that they are endowed by their Creator with certain unalienable Rights, that among these are Life, Liberty and the pursuit of Happiness.
Sostenemos como evidentes estas verdades: que los hombres son creados iguales; que son dotados por su Creador de ciertos derechos inalienables; que entre estos están la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad. Esta última ha sido calificada como «una de las frases más conocidas en el idioma inglés.
La Declaración de Independencia de los Estados Unidos inspiró muchos otros documentos similares en otros países y sus ideas ganaron adhesión en los Países Bajos, el Caribe, Hispanoamérica, los Balcanes, África Occidental y Europa Central en los años anteriores a 1848.[20] Gran Bretaña no reconoció la independencia de sus excolonias hasta que la guerra llegó a un punto muerto. El Tratado de París de 1783 puso fin a las hostilidades y consumó la Revolución estadounidense.