La tapa puede salir despedida con fuerza, lo que representa un grave peligro de impacto y laceración, cuando un consumidor intenta abrir las botellas tapadas después de haber almacenado en su interior durante un tiempo alimentos, bebidas carbonatadas o bebidas perecederas, como jugo o leche.
Dos usuarios sufrieron impactos graves en la cara que les causaron la pérdida de la vista.
Deben retornarse a las tiendas para la devolución del costo de la compra.