Tarántula crujiente, Camboya 

Los visitantes a Camboya se sorprenden cuando les dan a probar esta delicia local: tarántula frita. Dicen que el sabor es bastante agradable, como una especie de mezcla entre pollo y bacalao… sólo que con ocho extremidades peludas. 

Jugo de ojo de oveja, Mongolia 

En Mongolia la cura tradicional para la resaca es un vaso lleno de jugo de tomate, vinagre y ojos de ovejas. Está lleno de vitaminas y es muy bueno para ti, pero muy posiblemente esta “cura” dará más náuseas que dolor de cabeza. ¿Se atrevería? 

Patas de gallina, China 

Dicen que los chinos se comen cualquier cosa con patas excepto las mesas. Muy crujientes, las patas de gallina son un snack popular en China. Vaya donde vaya, siempre podrá encontrar un paquete de estos bocados fritos. Si no le apetece probar la versión “fast food” también puede probarlas hervidas en una sopa, a la barbacoa o marinadas durante horas…  

4. Queso con gusanos, Cerdeña 

Si le gusta el queso que huele fuerte, como por ejemplo el Gorgonzola, quizás esto le vaya a gustar. Casu Marza es un queso de leche de oveja blando y descompuesto que sirve de casa para las larvas de la mosca del queso. Cuando pida este plato verá cómo se mueven los insectos, pero tengan cuidado de no molestarlos demasiado al mover el plato ya que pueden saltar hasta 15 centímetros… antes de que pueda comerlos. 

5. Escamoles (larvas de hormiga), México 

Los escamoles son las larvas de las muy agresivas y gigantescas hormigas negras Liometopum. Se encuentran en las raíces de las plantas de agave y los granjeros a menudo sufren picaduras mientras las capturan. Para prepararlos primero hay que freírlos con mantequilla y especias, y luego se envuelven con una tortilla. La consistencia es como de requesón, pero el sabor tiene toques de mantequilla y nueces. Se les conoce popularmente como “caviar de insecto”.