Dos ciudadanos mexicanos que se encontraban ilegalmente en Estados Unidos fueron sentenciados luego de investigación antidrogas que descubrió metanfetamina, fentanilo, cocaína y múltiples armas de fuego cargadas en una residencia de Albuquerque. Según documentos judiciales, entre agosto de 2022 y diciembre de 2023, Martin Aispuro -López, de 27 años, ciudadano mexicano que se encontraba ilegalmente en Estados Unidos, vendió metanfetamina y fentanilo a un agente encubierto de la DEA en tres ocasiones. El 12 de diciembre de 2023, las autoridades ejecutaron una orden de allanamiento en la residencia de López y lo arrestaron. Los agentes encontraron cuatro armas de fuego cargadas y grandes cantidades de narcóticos en toda la vivienda. 

En la misma residencia, los agentes encontraron a Víctor Manuel Félix-Ramírez, mexicano de 24 años, que se encontraba ilegalmente en Estados Unidos tras dos deportaciones previas en 2019. Los agentes localizaron dos armas de fuego de Ramírez, una de ellas cargada y equipada con un dispositivo de conversión a ametralladora, y pastillas de fentanilo. Ramírez admitió haber participado en las actividades de narcotráfico de López. 

Durante la audiencia de sentencia, la fiscalía presentó pruebas de los vínculos de Ramírez con el Cártel de Sinaloa, incluyendo elementos que lo identificaban como un veterano del enfrentamiento conocido como “Culiacanazo” entre el Cártel de Sinaloa y las autoridades mexicanas. 

López se declaró culpable de tres cargos de distribución de metanfetamina y fue sentenciado a 17 años de prisión. Ramírez, a quien el juez describió como un “soldado de confianza” de la organización, se declaró culpable de posesión con intención de distribuir fentanilo y de usar y portar un arma de fuego durante la comisión de un delito de narcotráfico, y fue sentenciado a 22 años y medio de prisión. Tras su liberación, ambos hombres serán deportados.