Manuel Sánchez es originario de Anthony, pero creció en El Paso. Formó parte de la primera clase de graduados de Franklin High School y luego fue a su “escuela soñada”, el MIT, donde descubrió rápidamente su amor por la ingeniería mecánica. Después de graduarse en 2001, consiguió un puesto en General Electric. Ahora vive en el valle norte con su esposa y tres hijas.
Sánchez llegó al puesto de Comisionado por el Distrito 5 al ser designado por la gobernadora Luján-Grisham. Se enteró del nombramiento cuando sus amigos lo llamaron para felicitarlo al ver el anuncio en redes sociales, antes de que le avisaran desde Santa Fe.
Su visión es la convergencia entre el transporte, la educación y el desarrollo económico para crear posiciones de trabajo. Esto se apoya desde el gobierno con la construcción inteligente de infraestructura. “Se puede unir fuerzas con entidades como Workforce Solutions. Es posible entrenar a los jóvenes y ser atractivos para compañías que quieran venir al condado de Doña Ana”, dice y agrega que “cuando llegué viví un tiempo en La Mesa y no había internet, que en la actualidad es una importante herramienta para el desarrollo”.
Otro tema de interés para el nuevo comisionado es tratar de aumentar el uso de los centros comunitarios del Condado. En su opinión se encuentran subutilizados, son caros o difíciles de usar, aunque la población quisiera aprovecharlos para más servicios de salud o programas para los jóvenes después de la escuela.
Respecto al estado de los caminos, Sánchez explica que “tenemos caminos serpenteantes que, en vez de servir como barreras para contener inundaciones, suben y bajan… terminan desapareciendo cuando suben las aguas”, explica mientras que menciona aprovechar los fondos especiales designados por la gobernadora para el control de inundaciones en Hatch.
El comisionado Sánchez quisiera determinar algún lugar y horario conveniente para atender a los pobladores del distrito donde viven y sin que tengan que movilizarse. Insiste en su afán de ser accesible, pero también recalca que cuando la gente tiene alguna necesidad debe hacer oír su voz asistiendo a las juntas de la Comisión e identificar problemas y las áreas donde el Condado puede hacer algo por ellos.
Con una sonrisa se despide en español. Le cuesta un poco, le falta alguna palabra, pero lo entiende bien y dice que quiere practicarlo más. Su esposa también lo puede hablar y esto nos hace pensar con optimismo que la voz de los latinos se va escuchando más fuerte en la región.