La estación espacial Tiangong-1 se lanzó el 29 de septiembre de 2011 como una plataforma de prueba para el futuro del programa espacial de China. Durante su tiempo de servicio, recibió tres misiones: una robótica que realizó una prueba de atraque y dos tripuladas, Desde junio de 2013 ha estado orbitando el planeta por su cuenta y desde marzo de 2016, China ta no pudo contactarla pues ha dejado de funcionar.
Reducida a un trozo de desechos espaciales de 30 pies de largo y 8 toneladas métricas, ha ido decayendo lentamente en los últimos 19 meses, desde una distancia de más de 240 millas hasta menos de 190 millas de la Tierra.
En una declaración a las Naciones Unidas en mayo de 2017, China ONU dijo que la órbita de la nave espacial está “decayendo a una velocidad diaria de aproximadamente 500 pies” y que su reingreso a la atmósfera terrestre se espera no más tarde que abril de 2018. Según el sitio web SatView, que rastrea las órbitas de naves espaciales y basura espacial debería colapsar a la Tierra el 9 de abril de 2018. Como la atmósfera se va haciendo más densa es imposible saber con exactitud donde podría impactar y cuantas partes podrían sobrevivir le caída para causar daños de consideración.