POR HERGIT LLENAS
Al parecer, el tiempo de las vacas flacas ha terminado. La comunidad latina fue una de las más afectadas durante la recesión económica, a tal punto que en muchos estados los trabajadores se auto deportaron ante la falta de oportunidades de empleos.
No obstante, los latinos ahora nos sentimos optimistas con respecto al futuro económico en Estados Unidos, según un sondeo publicado hace unas semanas por la Universidad Atlántica de la Florida (FAU, por sus siglas en inglés). De acuerdo con este, el 75% de las mujeres y el 69% de los hombres dicen estar confiados en la buena perspectiva económica del país. Estos buenos augurios se proyectan por los próximos cinco años en la psique de los encuestados.
De hecho, más allá de ser una percepción o sentimiento, los datos del Departamento de Trabajo revelaron que el desempleo ha bajado en un 3,5% y que se crearon unas 136.000 nuevas plazas durante el mes de septiembre.
Si los graneros se están llenando, entonces es un buen momento para planear qué hacer con la buena ventura que traen consigo las vacas gordas. Por ejemplo, empezar a invertir en la educación de sus hijos. Una manera de hacerlo es a través del plan 529, que está diseñado para ayudar a las familias a ahorrar dinero para pagar los gastos de las universidades privadas, públicas, maestrías e incluso de carreras vocacionales.
Desde el 1 de enero de 2018, este incentivo fue extendido a escuelas elementales o secundarias, ya sean públicas o privadas. Los depósitos que se hacen al plan van a una cuenta usualmente administrada por el un banco escogido por el Estado, quien es el auspiciador de este tipo de programas.
Una vez abierta, los padres, abuelos —entre otras personas— pueden aportar dinero al crecimiento del fondo. Como si todo esto fuera poco, algunas escuelas extranjeras también califican para el plan de ahorro 529.
Cuando te decidas por uno, asegúrate de entender los cargos y los términos asociados, ya que unos bancos cobran más que otros. Mientras que algunos exigen aportes o pagos mínimos, digamos, de $15 mensuales. Antes de elegir un plan, compara tus opciones.
Más importante aún, entiende que la vida es cíclica. Históricamente hemos visto la economía expandirse y luego encogerse. No desperdiciemos la temporada para gastar el dinero en tonterías e invirtamos sabiamente en el mayor tesoro que podemos dejar a las futuras generaciones: una buena educación.