El muro fronterizo privado se está erosionando

Tendrá una inspección de ingeniería a unos meses
de haber concluido su construcción


The Texas Tribune y ProPublica

El constructor de una valla fronteriza financiada con recursos privados situada a lo largo del Río Grande, estuvo de acuerdo en que se llevara a cabo una inspección de ingeniería en su controvertida estructura, que los expertos aseguran muestra señales de erosión que amenazan su estabilidad, justo meses después de que fuera concluido el proyecto con valor de 42 millones de dólares.

Tommy Fisher, presidente de Industrias Fisher con sede en Dakota del Norte, presumió que podía construir más rápido y de una manera más inteligente que el gobierno federal, catalogando el método de diseño de su barrera como un “Lamborghini”, comparado con un “carruaje jalado por caballos” del gobierno.

Este miércoles, el juez de Distrito Randy Crane instruyó a los abogados para que analizaran los detalles de la inspección y llegaran a un acuerdo para arreglar parte de la barrera de 3 millas de longitud que viola el tratado con México al desviar demasiada agua durante las inundaciones.

Crane está supervisando una demanda entablada por el gobierno federal y el vecino Centro Nacional Mariposa sobre la construcción del cerco fronterizo y su posible amenaza para el Río Grande.

Mark Courtois, abogado de las Industrias Fisher, comentó este miércoles que la empresa planea enviar una cuadrilla de trabajadores para remediar la erosión, que fue detallada la semana pasada en una investigación realizada por ProPublica y The Texas Tribune.
“Lo que podemos esperar es una especie de acuerdo en donde pretendemos seguir adelante. Si hay problemas, vamos a solucionarlos”, le comentó Courtois a la corte.
El cerco de 18 pies de alto, que es la primera parte del muro fronterizo que fue construido directamente en la orilla del río en el Valle del Río Grande, se ha convertido en un punto crítico para cumplir con la promesa de campaña que hizo el presidente Donald Trump de edificar aproximadamente 450 millas de un nuevo muro y fue percibido por algunos como un nuevo modelo de contribución de la industria privada a ese objetivo.

Fisher, quien es un invitado frecuente de Fox News, ha visto que su empresa se ha convertido en el contratista preferido del muro fronterizo de Trump. Después de realizar proyectos financiados de manera privada, los cuales incluyen un cerco de media milla en las afueras de El Paso, a Fisher le otorgaron contratos federales con valor de 1.7 billones de dólares para construir el muro fronterizo en Arizona.

Los proyectos de Fisher para la construcción de vallas de manera privada han aumentado con la ayuda financiera y política de Nosotros Construimos el Muro, una influyente y conservadora organización no lucrativa que cuenta con Steve Bannon, el ex estratega político de Trump, como miembro de su Consejo.

El grupo asegura que ha recaudado 25 millones de dólares para la construcción privada del muro y que ha pactado tratos con los dueños de 250 millas de lotes que están frente al río en Texas.

El grupo ha declarado que ha contribuido con 1.5 millones de dólares para el cerco del Valle del Río Grande.
Eric Paxton Warner, asistente del procurador de Estados Unidos, que representa a la Comisión Internacional de Límites y Agua, una agencia binacional que supervisa la construcción en un terreno inundable del Río Grande y aplica los tratados del límite del río entre Estados Unidos y México, le comentó a Crane que los ingenieros de la agencia han identificado cuatro áreas problemáticas de erosión que necesitan ser arregladas.

Javier Peña, abogado del Centro Nacional Mariposa, que se encuentra río arriba de la valla, le comentó a Crane que la erosión que está debajo del cerco es “masiva”.

“Ellos construyeron este cerco en la arena. Podemos ver que la erosión hizo un gran orificio debajo del mismo. No se sabe si así está el resto de la valla porque no lo hemos inspeccionado”.

La semana pasada, Courtois le comentó a ProPublica y The Texas Tribune que la erosión era una parte “normal” de la nueva construcción y que la empresa podría tratar de construir un drenaje para disminuir el deterioro.

Seis expertos en Ingeniería e Hidrología que fueron consultados por ProPublica y The Texas Tribune dijeron que fue preocupante ver el nivel de erosión alrededor del cerco inmediatamente después de la construcción y agregaron que segmentos de la estructura de Fisher podría caerse al río si no son arreglados.

Amy Patrick, ingeniero civil y de estructura de Houston, quien ha cuestionado la viabilidad de ingeniería de los cercos fronterizos en general, comentó que las fotos de la erosión muestran que algo estuvo mal con la construcción del cerco: “El hecho de que necesite una intervención tan pronto es definitivamente preocupante en términos de la longevidad de la estructura”.

La Comisión Internacional de Límites y Agua argumentó que Fisher empezó la construcción sin obtener la aprobación necesaria para asegurarse que el cerco no violara el Tratado de Aguas con México, exacerbando la inundación en el lado mexicano o causando que cambiaran los límites del río.

En el mes de enero, Crane decidió que el proyecto podía continuar a pesar del hecho de que la Comisión no había completado los modelos hidráulicos, y los expertos habían advertido que el cerco no debería ser construido tan cerca de la orilla del río.

La Patrulla Fronteriza de Estados Unidos está construyendo su propia valla encima de un sistema de diques aproximadamente una milla al norte del muro de Fisher.

Los oficiales dicen que el proyecto continúa, pero no se sabe quién se hará cargo a largo plazo del cerco de Fisher, éste último y sus aliados han dicho que les gustaría donarlo o venderlo al gobierno de Estados Unidos, que ha acordado adquirir la estructura.

Según una copia de un plan de operación y mantenimiento que fue proporcionado este miércoles a los abogados por las Industrias Fisher, además de la inspección planeada, la empresa planea realizar revisiones trimestrales, así como también una adicional después de alguna tormenta de consideración.

La empresa también va a plantar pasto que mejor se adapte a la arenosa orilla del río.

El nuevo suelo será “tratado y sembrado” para que sea una especie de cubierta vegetal.