Buzz Aldrin tuvo que declarar rocas lunares tras regresar de la Luna 

La inmigración puede ser un problema para cualquiera. El astronauta del Apolo 11, Buzz Aldrin, tuvo que completar una declaración de aduanas al regresar de caminar sobre la Luna en 1969, porque salió de Estados Unidos y luego “reingresó”. También tuvo que presentar un reembolso de gastos por el viaje de negocios, algo con lo que muchos nos identificamos. 

Gastó solo $33.31 ($290 en dólares actuales). Todas sus comidas estaban cubiertas, al igual que los vuelos. Solo declaró el transporte terrestre. Su viaje fue documentado meticulosamente, anotando el transporte aéreo de Houston a Florida, la nave espacial de Florida a la Luna y luego el regreso mediante un amerizaje en el Océano Pacífico cerca de Honolulu a bordo del USS Hornet, antes de regresar finalmente a Houston. 

A su llegada, completó una Declaración General de Agricultura, Aduanas, Inmigración y Salud Pública (Formulario 7507). Aldrin, Neil Armstrong y Michael Collins declararon oficialmente su cargamento como “roca lunar y polvo lunar”, con un peso aproximado de 22 kilos. El documento requiere que se indique la nave de llegada. El suyo fue identificado como “Apolo 11”, despegó de la “Luna” y llegó a “Honolulú, Hawái, Estados Unidos”. 

Sí, la tripulación del Apolo11 también firmó formularios de aduanas. Trajimos rocas lunares y muestras de polvo lunar. Enfermedad lunar por determinar.  

Uno pensaría que estarían exentos de tales formalidades, y en cualquier caso, ¿cruzaron alguna vez una frontera identificada al salir del país? Nunca entraron en otro país, así que, en cierto sentido, ¿no fue un viaje nacional de Florida a Hawái, simplemente volando muy, muy alto? 

Los astronautas ya no llenan declaraciones de aduanas al regresar del espacio, gracias a la ley estadounidense de 1984 (19 U.S. Code §1484a) que establece que los artículos devueltos del espacio por naves espaciales estadounidenses están exentos de los procedimientos de importación. 

Ademas, en 2002, golpeó en la cara a un negacionista del alunizaje cuando este intentaba agresivamente que admitiera que su caminata lunar había sido un montaje. La Fiscalía del Condado de Los Ángeles se negó a presentar cargos. 

Así que Aldrin se las arregla con todos los problemas de los viajes aéreos, ¡y no siempre con elegancia!