Cuando el presidente Donald Trump afirmó que no estaba bromeando sobre una posible candidatura suya para un tercer mandato, prácticamente todos los expertos legales coincidieron en que tal cosa sería inconstitucional. Sin embargo, el presidente estadounidense podría inspirarse en varios expresidentes latinoamericanos para tratar de encontrarle la vuelta a la Constitución. La Enmienda 22 de la Constitución de Estados Unidos, ratificada en 1951, establece que “nadie podrá ser elegido presidente más de dos veces”. Aun así, Trump, de 78 años, dijo en una entrevista con la cadena NBC el 30 de marzo que no estaba bromeando, y que “hay métodos para hacerlo”. 

Veamos algunos de los “métodos” usados en años recientes por presidentes latinoamericanos para atornillarse en el poder:  

El “método” Hugo Chávez: El demagogo venezolano convocó un referéndum en 2007 para cambiar la Constitución. Tras perder ese referéndum, Chávez convocó a un segundo plebiscito en 2009, lo ganó con todo tipo de trampas, y cambió la constitución para poder reelegirse nuevamente. ¿Podría Trump cambiar la constitución? Sería muy difícil: necesitaría mayorías de dos tercios en la Cámara de Representantes y en el Senado, o dos tercios de los estados. Trump actualmente cuenta con una mayoría minúscula en el Congreso y podría perder la Cámara en las elecciones intermedias del próximo año. ▪ El “método” Evo Morales: El autócrata populista de Bolivia, que gobernó de 2006 a 2019, realizó varios plebiscitos para cambiar la constitución. Tras perder un referéndum en 2016 para poder presentarse para un nuevo mandato, Morales se postuló para un nuevo mandato citando un artículo de la Convención Interamericana de Derechos Humanos que establece que no se le puede negar a nadie el “derecho humano” de presentarse a un cargo público. El Tribunal Constitucional, con jueces nombrados por él, falló a su favor y se presentó para un cuarto mandato en 2019. Trump podría intentar algo similar, aunque es poco probable que la Corte Suprema lo apruebe. 

El “método” Cristina Kirchner: La expresidenta populista de Argentina, tras ganar un segundo mandato en 2011, se postuló a la vicepresidencia en las elecciones de 2019. Eligió a su exjefe de gabinete, Alberto Fernández, como candidato presidencial, con la esperanza de poder gobernar tras bambalinas o de que Fernández renunciara y la dejara a ella retomar el poder. La fórmula ganó las elecciones de 2019, pero Fernández no renunció. Es probable que Trump no pueda postularse a la vicepresidencia, porque la 12 Enmienda de la Constitución de Estados Unidos no lo permite. Pero el presidente de Estados Unidos podría usar una variante de la táctica de Kirchner, y buscar ser nombrado líder de la Cámara de Representantes. Tal como me explicó el experto constitucional Juan Carlos Planas, de la Universidad de St. Thomas, Trump podría ser nombrado presidente de la Cámara de Representantes, nombrar candidatos a presidente y vicepresidente, y hacer que ambos renuncien si ganan las elecciones de 2028. La Constitución no prohíbe explícitamente que los expresidentes sean elegidos líderes de la Cámara de Representantes, y la línea de sucesión lo dejaría a Trump en el primer puesto si el presidente y el vicepresidente acordaran renunciar. 

Para respaldar su candidatura a la Cámara, Trump podría argumentar que la Enmienda 22 dice que un presidente no puede “ser elegido” para un tercer mandato, pero no dice nada acerca de que no pueda “ejercer” un tercer mandato. Mi intuición es que Trump no va a poder volver a postularse, pero que seguirá hablando de su reelección hasta el final de su mandato. Necesita mantener viva la narrativa de su posible reelección para distraer la atención de los fracasos de su administración, incluyendo la caída de la bolsa desde que asumió el cargo y el reciente escándalo de seguridad nacional que ha sido bautizado como “Signalgate”. Y también necesita mantener viva la narrativa de un tercer mandato para evitar ser percibido como un presidente que está de salida, y arriesgar a que potenciales candidatos de su propio partido se distancien de sus políticas. En suma, mi humilde predicción es que Trump tratará, pero no logrará, postularse para un nuevo mandato, pero nos mantendrá hablando de este tema hasta su último día en el cargo.