¿Cómo está mi gente? ¿Todo bien raza? Los saluda con el cariño de siempre su amigo del corazón, El Zorro, ese que se mete donde no lo invitan y pregunta lo que otros no se animan. Ajústense los cinturones pues ya largamos…
Finalmente llegó el 26 de agosto, día especial para muchos que encontraron en su interior fuerza para tratar de hacer la diferencia en sus comunidades. Nada fácil considerando lo difícil de que aparezcan valientes dispuestos a poner la cara y el trabajo necesario para vencer a la inercia y flojera de meterse a escarbar y tratar de mejorar cosas. Veamos…
La historia empieza el 26 cuando se presentan los aspirantes (¿suspirantes?) en el condado para llenar unos papeles y declararse candidatos. Más fácil que pedir la mano de la novia a los padres que miran con cara de “de-donde-salió-este-tipo”. Bueno: Tras esperar un ratito sale una señora con los papeles revisados y una bolsita con recuerdos (folder o carpeta y copias del asunto, más o menos). Y cuando todos están listos para festejar le dicen que lo revisado está sujeto revisión… o sea que están “casi” aprobados, pero que deben revisar que la información sea la correcta… como que el padre anuncia que para aprobar eso de la mano de la hija-novia deben pedir referencias, reportes policiales y revisar el crédito del solicitante. Todo eso irá apareciendo en la internet de la secretaria de estado (ver código QR que ponemos acá) y así nos enteraremos si hay boda o no.
Bueno, suponiendo que todo sale bien y ya se pudo festejar ahí empieza el trabajo de todos. Candidatos deben convencer a la gente explicando lo que piensan, la gente haciendo las preguntas pertinentes y los medios (como este) para contar todo el chisme. La verdad es que hay poco tiempo para eso pues las elecciones son a la vuelta de la esquina en noviembre.
Y si usted es de los que dicen que “¿total-para-que?” siga así, quejándose de que nada cambia o por lo menos mejora un poco. Mire, estas elecciones son para ver quien decide las cosas en su propia ciudad. Las calles, la limpieza (o falta de ella), la policía, bomberos… el agua, recoger la basura o cosas así son nuestro primer contacto con el gobierno. Cada vez que se asoma a la banqueta tiene que ver como anda su propia ciudad… así de simple. Cada hora de cada día usted vive como se decidió en esas juntas donde usted dice con orgullo que no pasa nada… y a los que otros voten los tendrá que “aguantar” por mínimo 4 (cuatro años) hasta la próxima vuelta. Así que ya sabe… esas elecciones tan irrelevantes le marcan la vida por mucho tiempo… y de paso algunos impuestos. Haga preguntas y siempre pregunte cómo se pagará lo que le prometan. Piense un poco y decida bien. Aúuuu…