El Zorro andaba algo confundido y apeló a sus asesores económicos para que le expliquen lo que escuchó que los humanos decían. Nadie le pudo explicar cómo está eso de los ‘taxes’… en realidad nadie paga impuestos en la selva pero un elefante le explicó que con la lana que se juntaba podían hacer cosas más grandes entre todos… y cuando no alcanzaba hacían unos papelitos de colores más y con eso ya se arreglaba todo. el problema, dijo sabiamente el elefante es que como cada vez hay más papelitos de colores los humanos ya no los quieren y piden más a cambio de las cosas. Eso se llama inflación, dijo la lechuza con mirada seria. Cuando sobran los papelitos hay que dar más por las mismas cosas. La jirafa sonrió con alegría… “Me gustan que las cosas estén altas”, dijo. Fue cuando el Zorro se dio cuenta que si en vez de pagar los taxes y que se usen en lo necesario, podía hacer como los humanos que se lo prestan entre ellos y al rato se lo devuelven con algo de más. “Eso se llama interés”, le dijo el tigre. “Es como darle las gracias por el favor y es más grande si el riesgo de que no tengas como devolverlo se hace peligroso”. El Zorro se rascaba la cabeza asombrado. ¿O sea que entre humanos si no lo cobran en ‘taxes’ empieza a haber más lana y cuando la gastan suben las cosas, si la prestan le ponen el interés y si no le alcanza al Rey León haría más papelitos y entonces ocurre la inflación y cuando suben los precios los papelitos no alcanzan? Empiezo a entender, pensó el Zorro, los humanos son muy complicados y algo así no funcionaría. “Tenemos la Ley de la Selva” y nos ha ido bastante bien.
Esta historia refleja algo básico que El Zorro quiso compartir con todos. A ver si se aprende alguna vez la lección. Lo que se intenta hacer no funcionó en el pasado y esta vez se aprovechan de la desesperación de la gente que no encuentra respuestas a lo que le pasa. Se nos dice que endeudarse por 10 trillones (Con T, con 13 ceros detrás) de dólares en la siguiente década por no cobrar lo necesario y dejando en el camino a la gente sin seguros de salud es la solución. Que los ricos con toda seguridad se pondrán a repartir su buena suerte y fortunas en construir hospitales y carreteras, y en caridad para los más pobres. Con toda seguridad volveremos a usar carbón en las casas y que nos lloverá la prosperidad como el maná del cielo.
Lo curioso es que los proponentes no explican que aún antes de poner esto en efecto los intereses están subiendo y eso significa que necesariamente subiran los pagos de casas y automóviles, que el dólar sube en el mundo y las cosas de afuera salen cada vez más barato y lo que vendemos se encarece. Es exactamente de lo que protestaban los mismos que ahora quieren ocultarnos la historia completa. A ver si alguna vez preguntamos un poco más y no nos vamos con lo que nos dicen ‘desinteresadamente’ los que siempre nos ganan sin que nos demos cuenta.