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Muchas televisiones

Hola Rrrrraza, el Zorro los saluda con un aullido cordial y promete tratar de portarse bien, aunque sea por unos minutos, mientras que vamos tomando envión.

Estos días que pasaron pudimos estrenar las teles que compramos el “Viernes Negro”, el día ese en que nos perdíamos de comer el pavo (o por lo menos le entrábamos cuando ya estaba requetefrío) para ponernos en fila desafiando el frio y viento en las puertas de las tiendas. Ahorita andamos bien “cool” con los “esmartfones” que sacamos a crédito dos años atrás y todavía seguimos pagando mientras hacemos el shopping desde donde estemos. Excusa muy buena para no escuchar a la tía lejana en su visita anual contándonos las mismas historias repetidas de algunos primos que casi no conocemos.

Eso de las nuevas teles le dio la oportunidad a este Zorro de sentirse todo un maestro de la información. Un verdadero Vi-ay-pi (VIP) internacional.

En una tele estaba el super-mega-ultra-presidente Trump pelándose con todos y todas en Buenos Aires en la reunión del G-20 (no es vitamina raza, son los 20 más grandes de toditito el mundo). Que no le gustaba la traducción, que se iba a ver con el ruso Putin, pero que al final nanay, que firmaba el tratado nuevo con México y Canadá, pero que no, que le recordaron que se apure porque ‘Enriquei” debía irse de volada de regreso a su país porque después ya no podría firmar él y habría nuevo presi “mejicanou”.

Otra tele quedó reservada para ver la capirotada deportiva del fin de semana. Si el equipo de Maradona le perdonaba la vida a los de Juaritos (pero no les dio chance y los dejó “bravos’) … o si la final entre Boca y River se jugaría en esta galaxia, algún día, con los sobrevivientes de la pedrada que le aventaron al autobús boquense algunos fanáticos poco cordiales…  

El tercero estaba a la espera de la transmisión de la llegada de Peña Nieto (ya bañado y rasurado, camisa planchada) y AMLO. Parece que el show lo auspició la Volkswagen pues nunca un Jetta blanco estuvo tanto rato en cámara haciendo maromas para esquivar a gente, a pie o bicicleta, que desde la calle saludaba al multicitado AMLO que se dirigía a tomar las riendas de Méxicou. Como en los concursos de belleza, no faltó la señora que se acercó al Jetta blanco con un ramo de flores a pesar de tanta ‘polecia’. Todo predecible y muy espontáneo. El AMLO entró de bastante buen humor al congreso y después de las consabidas ‘selfis’ con mediomundo inició la cosa con un agradecimiento a Peña Nieto por no haber metido mano en la elección, pero enseguida empezó a aventarle rudo y duro, duro y rudo, como en la lucha libre o como cuando se trata de una (o un) ex… Y que el “ya-no-soy-más-el-que-fui”se empieza a poner serio, sudando y con cara de “¿alguien en la audiencia trae un sobrecito de picot?”.

Mientras, desde Buenos Aires, Trump (que ya también se había peleado con los chinos) se enteró del fallecimiento de otro ex, Bush-padre y convenientemente suspendió su conferencia de prensa por “respeto” a su anciano predecesor. La suerte lo iluminó en este viaje pues el avión que traía a la canciller alemana Merkel -con quien también está peleado- tuvo problemas y la señora se retrasó y no pudo estar para la foto tipo escolar que siempre se toman.

Antes de terminar, no se imaginan que lindo que está quedando el cruce de Columbus-Palomas. De los dos lados. Además, hay gente muy buena haciendo bien a la comunidad. Entre ellos (página 9) y los Ramos y su gente en Sunland, nos da fuerzas para reconocer que hay gente buena en este mundo. A ver quien sigue el ejemplo…  

Veremos que pasa en los próximos días con tantas teles y tantas noticias. El Zorro les promete que en Camino Real sólo verán la puritita verdad, nada de feik nius. Hasta la próxima…

Feliz Januca y Felices fiestas a todos.