¿Cómo fue su infancia?
-Mis padres eran trabajadores migrantes en la década de 1960 y me transmitieron el valor y la ética del trabajo. Mi padre trabajó toda su vida y se convirtió en dueño de un negocio local en la industria del algodón.
¿Tiene experiencia ayudando a la gente?
-Por más de ocho años trabajé en la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA, por sus siglas en inglés), donde jugué un papel decisivo en los servicios después del huracán Katrina. Ayudé a las familias que perdieron sus hogares y los mudé a Direct Housing mientras los residentes reconstruían sus hogares.
También serví con Tierra del Sol, una organización que trabaja con el gobierno para proporcionar hogares a familias que califican. También trabajé con Hatch tras la inundación en 2006 Más de 402 casas se vieron afectadas. Mi papel era coordinar logísticamente las agencias voluntarias.
Fui designada para servir a la Ciudad de Las Cruces en la junta asesora del Programa de Voluntarios Mayores Jubilados, donde creé la conciencia de las necesidades de las personas mayores en el condado. Soy miembro del Instituto Ocotillo de Justicia Social, de donde saqué mi aspiración al servicio público. El Instituto se fundó para desarrollar liderazgo y formas de empoderar a las personas.
Hay preocupación por la baja participación en las elecciones
-Soy muy creyente en los derechos de voto, donde las generaciones anteriores a nosotros lucharon aquí por los derechos de voto. Como demócrata registrada, creo en trabajar para garantizar que las necesidades de las personas sean atendidas por el gobierno local.
¿Cómo es su familia?
Siempre me han apoyado. Tengo cuatro hijos adultos: Liz, Elaine, Krystina y Ezekiel, y una hija, Renee, que está en la escuela secundaria. Mi esposo, Richard, es originario de Las Cruces, y sirvió en los Marines. Está retirado del Departamento de Correcciones y actualmente se desempeña como oficial en el Tribunal de Distrito Federal en Las Cruces.