¿Cómo está mi gente? El Zorro espera que estén en su casa, cueva, madriguera… lo que sea, pero cuidados y con salud.
Estos últimos días hubo una reunión muy importante donde estuvieron todos los animales, desde los más chicos hasta los más grandes. Todos muy ordenados y sin pelearse Todos querían escuchar las opiniones de los más sabios, los más estudiados o simplemente los mayores. Cuando ya habían llegado todos salió la primera pregunta: “Qué traen los humanos que andan medio acabados?
Es que cuando dejaron de verse en el territorio de los animales estos se acercaron a sus casas a espiarlos y los encontraron peleándose por todo. Algunos traían las caras tapadas y otros aventaban cosas, discutían, los más chicos no respetaban a los mayores y los mayores andaban muy berrinchudos y no le hacían caso a los demás. Tan enojados estaban algunos que los animales se sorprendieron. “Y después nos dicen salvajes a nosotros”, reflexionaron algunos.
Parece que les hace mal andar discutiendo todo y a veces se los llevan con fiebre, tos, muy mal. No entendemos, vienen humanos vestidos diferente… se los llevan y no los volvemos a ver. ¡Los que quedan en sus casas no salen por muchos días! ¿Qué le estará pasando a los humanos?
El Zorro había aprendido algo del idioma humano y no sabía cómo explicarles a los demás animales reunidos lo que escuchó de los humanos. Amigos, dijo balbuceando, parece que el calor les está haciendo mal… se pelean por taparse o no la boca con un pedazo de tela. Me parece que no les entendí bien pues dicen que anda por ahí una enfermedad y les dijeron que si se ponen esa cosa los ayudaría, pero les confieso que me parece que no los entendí bien pues dicen que no les molesta ponérsela. Lo que les molesta es que les digan que se la pongan. Ni nuestros cachorros serían capaces de armar tanto relajo y mucho menos faltarles el respeto a los mayores. Ellos son los que saben, los que estudiaron la naturaleza, el agua, el cielo, el calor o el frío. Los humanos se pasan todo el día mirando dibujos en unas cajitas chiquitas que llevan a todos lados y dicen que de ahí aprenden todo. Rápido y sin esfuerzo. Me pareció que lo llaman algo así como “Feisbuck”. Lo miran todo el día, desde que sale el sol hasta que se quedan dormidos. Y desde que empezaron con eso no paran de pelearse… que raro, ¿no?
Mi gente, tengan cuidado y traten de escuchar a los que saben y quieren ayudarnos. Esto no es un cuento de animales en la selva, aunque algunos humanos sin escrúpulos se portan peor que ellos. Hacen falta más “fase-masks” y menos “face-books” en nuestras vidas.
Les mandamos un abrazo virtual y pónganse las pilas para que nadie les quiera ver la cara de… bueno, ustedes entienden. Coman frutas y verduras… y tomen mucha agua. Hasta la próxima… Aúuuuu…