¡Gracias de todo corazón! Muchas gracias… fueron las palabras de sobrevivientes y familiares que perdieron a un ser querido en el ataque terrorista dirigido contra mexicanos, el pasado 3 de agosto de 2019, al término de la ceremonia luctuosa organizada por el Consulado de México en El Paso y en la que se develó una placa conmemorativa con los nombres grabados de los fallecidos para recordar y honrar su memoria.
Visiblemente consternados los 15 mexicanos que asistieron al acto escucharon atentos cada uno de los mensajes emitidos por funcionarios de ambos lados de la frontera, encabezado por Roberto Velasco, director general para América del Norte de la Secretaria de Relaciones Exteriores, quien condenó los discursos de odio generadores de acciones irracionales.
“El objetivo de esta ceremonia es recordar que esto fue un acto terrorista, un crimen de odio y que México desea que esto no nos divida, sino al contrario, que debemos trabajar por estar unidos, ser tolerantes y recordar todos los lazos históricos culturales que unen a Juárez y El Paso”, expresó el diplomático mexicano.
Este ataque despertó la indignación no solo de la comunidad fronteriza sino de toda la comunidad latinoamericana al adoptar México una declaración de condena ante la Organización de Estados Americanos (OEA), donde expresó el rechazo absoluto a la discriminación racial y los crímenes motivados por el discurso de odio y la superioridad racial.
“Estuvo muy emotivo y sus palabras nos dan esperanza para salir adelante”, dijo una de las sobrevivientes, quien decidió permanecer en anonimato, mientras sostenía una rosa blanca que le fue entregada al ingresar al recinto por la congresista federal Verónica Escobar. Al igual que otros de sus connacionales que fueron heridos de bala por el supremacista blanco aún lucha por su recuperación tanto físicamente como emocionalmente.
“Hay mucha tristeza, mucho dolor aún, pero con las terapias y los tratamientos médicos espero recuperarme y que puedan retirar las esquirlas que llevó en mi cuerpo”, dijo la afligida madre, quien recibió un balazo en su pierna derecha.
Apoyándose con su bastón y a paso lento recordó que ese día acudió a la tienda acompañada de su hijo y nuera para comprar alimentos para sus mascotas cuando fue sorprendida por el tirador. Solo ella resultó herida.
Tanto el alcalde paseño Dee Margo como el juarense Armando Cabada reiteraron su compromiso de combatir todas las formas de discriminación, intolerancia y xenofobia. Ambos coincidieron que los trágicos sucesos lejos de destruir a una comunidad la hicieron más fuerte.
A su vez el juez del condado Ricardo Samaniego, tras lamentar los hechos, dijo “Estoy seguro de que si el presunto responsable (Patrick Wood Crusius) hubiera llegado a conocernos, saber quiénes somos, no creo que hubiera sido capaz de cometer este acto tan atroz y añadió que es deplorable que los estereotipos promovidos por políticos muchas veces traigan desgracias a comunidades saludables y respetuosas de sus semejantes sin importar nacionalidad o el color de su piel.
Por su parte la congresista federal demócrata Verónica Escobar, al dirigirse a las familias afectadas dijo: “es imposible sentir el dolor que ustedes han sentido este último año y difícil querer entender lo que pasó y saber cómo avanzar pero a cada uno de ustedes les digo que no están solos y los acompañamos en su dolor”.
Resaltó que como líderes tienen la obligación de enfrentar lo que paso ese día y porqué… “es nuestra obligación no solamente saber la verdad sino reconocer que todavía hay mucho racismo y odio en el país, y tenemos mucho trabajo por hacer, pero tenemos que trabajar para hacer los cambios que todos nosotros merecemos”.
Bajo esa misma tesitura el obispo Mark J. Seitz, reiteró la necesidad de adoptar una actitud de unión más que dividir, “somos hijos e hijas del mismo Padre celestial, entonces compartamos esta dignidad como hermanos y en este tiempo recordamos que también no hay una frontera entre esta tierra y los cielos”
Luego de una oración el líder espiritual bendijo la escultura elaborada en granito, donada por Salvador Perches, presidente de Grupo Perches, en memoria de las víctimas que murieron en el atentado.
La placa, firmada por Marcelo Ebrad, Secretario de Relaciones Exteriores y el Cónsul Mauricio Ibarra, Cónsul General de México contiene grabados los nombres de las 23 personas fallecidas y una leyenda que dice: El Gobierno de México nunca olvidará este acto de odio, racismo y xenofobia en contra de ciudadanos mexicanos y estadounidenses. esperando que la inclusión, la solidaridad y la tolerancia, sean factores de unión entre el Paso y Ciudad Juárez.
Al término del evento el director para América del Norte de la cancillería, Roberto Velasco, expresó que durante este año, el Gobierno de México ha actuado con firmeza para defender los derechos de las víctimas y buscar justicia para ellos y sus familias dentro del marco legal estadounidense.
Agregó que se han sostenido reuniones de alto nivel con el Buró Federal de Investigaciones (FBI) y las autoridades estatales y del condado a fin de dar seguimiento a las investigaciones del atentado, encabezadas por la Fiscalía General de la República (FGR).
Indicó que la Embajada ha enfatizado su preocupación con respecto a las organizaciones supremacistas raciales y ha acordado intercambiar información de las investigaciones llevadas a cabo en ambos países.
“Parte fundamental de estas conversaciones ha sido el reclamo que el Gobierno de México ha transmitido a las autoridades estadounidenses para que ejerzan mayores controles en las ventas ilegales e indiscriminadas de armas de fuego que, como en este caso, terminan utilizándose para cometer deleznables actos de violencia irracional, y en otros, son traficadas a México para abastecer a grupos criminales transnacionales, poniendo en riesgo a las sociedades de nuestros dos países”.