Un chiste que circula en ambientes diplomáticos dice que el presidente Donald Trump tiene suerte de que no haya una embajada de Estados Unidos en Washington D.C.: si la hubiera, estaría denunciando su postura antidemocrática de no respetar el resultado de unas elecciones libres.
De hecho, la descabellada afirmación de Trump de que gano las elecciones del 3 de noviembre es una bendición para el dictador venezolano Nicolas Maduro, el autócrata nicaragüense Daniel Ortega y los gobernantes autoritarios de todo el mundo.
No es sorprendente que Ortega dijera el 8 de noviembre que “respeta” las denuncias de Trump de un supuesto fraude electoral. Junto con Vladimir Putin de Rusia, Xi Jingping de China, Ortega es uno de los pocos presidentes que aun no han reconocido la victoria de Biden.
Los autocratas ahora pueden sentirse bien acompanados. Ya no son los unicos que no han respetado la voluntad del pueblo. El propio presidente de Estados Unidos lo ha hecho. Y la proxima vez que Estados Unidos los critique por sus ataques a la democracia, podran decirle: “ Y en casa como andamos?”.
Eso fue lo que me vino a la mente cuando lei un tuit del 9 de noviembre del secretario de Estado, Mike Pompeo, que anunciaba que el ex presidente nicaraguense Arnoldo Aleman sera objeto de sanciones de Estados Unidos porque sus acciones “socavaron las instituciones democraticas en Nicaragua”.
Fue solo la ultima de muchas declaraciones similares que emite el gobierno de los Estados Unidos criticando o anunciando sanciones contra gobiernos autoritarios.
“Es una hipocresia que Pompeo diga esto, porque el mismo esta siendo complice de algo parecido en Estados Unidos”, me dijo el ex jefe de Asuntos Latinoamericanos del Departamento de Estado, Arturo Valenzuela, refiriendose a las sanciones contra Aleman.
Lo que es peor, Pompeo dijo el 10 de noviembre que habra “una transicion sin problemas a una segunda administracion Trump”. Si Pompeo estaba bromeando, era una broma muy mala, que socava la tradicion del Departamento de Estado posterior a la Guerra Fria de tratar de ser un lider mundial en la defensa de la democracia.
“Estados Unidos esta perdiendo credibilidad”, me dijo el ex secretario de Comercio de Estados Unidos, Carlos Gutierrez, quien trabajo en la administracion del presidente George W. Bush. “Despues de lo que esta haciendo Trump, como podemos criticar a otro pais por no respetar la voluntad del pueblo?”.
No me malinterpreten, Trump tiene derecho a investigar lo que quiera y a exigir recuentos de votos cuando la ley lo permite. Pero afirmar contra toda evidencia de que “gane esta eleccion, por mucho”, como lo ha hecho, es un ataque a la democracia como los que ocurren en republicas bananeras, pero hasta ahora no pasaba en Estados Unidos.
Al momento de escribir este articulo, mas de una semana despues de las elecciones estadounidenses, Trump y su aparato de desinformacion no han mostrado una sola prueba de irregularidades que pudieran haber afectado los resultados electorales en ningun estado de los Estados Unidos.
Por el contrario, Biden gano las elecciones por un margen mucho mas amplio que Trump en el 2016. Biden gano tanto el voto popular como el del Colegio Electoral, mientras que Trump solo gano el Colegio Electoral en 2016. Ademas, Biden ha ganado en estados indecisos como Pensilvania, Michigan y Wisconsin por muchos mas votos de los que obtuvo Trump en 2016.
Esta claro que la negativa de Trump a reconocer su derrota es puro teatro politico, para poder irse de la Casa Blanca como una presunta victima, mantenerse como lider de su partido, y empezar a montar su campaña electoral para el 2024.
Pero el escandaloso comportamiento de Trump danara la autoridad moral de Estados Unidos para criticar la falta de democracia en otros paises, y ayudara a normalizar las acciones de los autocratas que no respeten resultados electorales adversos. Es por eso que Maduro, Ortega y sus amigos deben estar diciendo:
“Gracias, Donald!”.