El segundo panda gigante nacido en cautiverio en Taiwán apareció a sus seis meses trepando maderas del zoológico de Taipéi. Los padres de la hembra Yuan Bao, Yuan Yuan y Tuan Tuan, fueron un regalo de China a Taiwán en 2008 como símbolo de la mejora de las relaciones entre ambos países.
China, que utiliza su “diplomacia del panda”, tiene por costumbre prestar sus pandas a los zoos extranjeros, pero esta vez había regalado esa pareja en la cual los nombres significan “reunión” y “unidad”. “Ha crecido bien”, aseguro la alcaldesa de la capital Taipéi, Ko Wen-je. La joven panda, concebida por inseminación artificial, pesaba menos de media libra (186 gramos) cuando nació y ahora pesa 28 libras.
La madre, Yuan Yuan, ya había dado vida a una hembra, Yuan Zai, en 2013, lo que fue el primer nacimiento de un panda en Taiwán. Desde ese momento, la familia de pandas es la principal atracción del zoo.
Se cree que poco más de 1,800 grandes pandas viven todavía en la naturaleza. El zoo de Taiwán vio muchos nacimientos este año. Entre ellos, el de un gorila, un koala, un tapir y un pangolín.