¿El amor se debe basar en el romanticismo? Hemos crecido en un ambiente de mentiras y mitos sobre el amor, con canciones como esta: “Sin ti no podré vivir jamás y pensar que nunca más estarás junto a mí”.
Eso no es verdad. La mayoría de los divorcios se dan porque los miembros de la pareja se aman, pero no pueden vivir juntos y se separan. La idea de que me caso “porque estoy enamorado” es un mito, no es verdad.
No te quedas en un matrimonio por los hijos o porque “estamos enamorados”. Esa creencia de que no podemos dejar a alguien por “estar enamorados”, no es sana ni recomendable.
Los hijos copian lo que vivieron en su casa. Si viven un buen matrimonio, lo repiten y, si es malo, también. Si no tienes un buen matrimonio, lo primero es buscar ayuda psicológica. Y si aun así no funciona, debes divorciarte y evitar el daño que harás a tus hijos, a tu pareja y a ti mismo.
No sabemos elegir parejas, eso se aprende. Jamás debemos casarnos guiados por emociones, la lógica tiene que entrar.
Sin intimidad, no hay nada. Ser tú en esa relación y poder comunicarte en libertad, sentirte amado como eres, etcétera, ¡eso es intimidad! La intimidad mantiene el deseo y la pareja.
Aquello de que “el verdadero amor lo conquista todo”, no funciona. El amor no es suficiente. Lo importante es saber elegir pareja, y eso se aprende y se estudia. Es ciencia, ¡estudiemos!
Los mitos son creencias, canciones, poesías y telenovelas que nos venden que “estar enamorados” es lo único importante.
Elegir mal es creer que puedes cambiar a quien amas sin terapia. Lo que sucede es que te conviertes en redentor, y terminas crucificado. Hay gente que vive buscando “rescatar” a otros, pero sobre esa base no se puede construir una pareja.
La pareja debe ser pareja. Si uno es más maduro que el otro, no funciona; si es desigual, tampoco. Esa persona se hunde, y te hunde a ti también.
¿Cuándo debes decir adiós a la pareja?
-Si una persona tiene un problema, y no lo encara ni lo resuelve.
-Debe aprenderse a elegir parejas desde la escuela primaria. Las escuelas han olvidado lo más importante: enseñarnos a vivir, ser padres, esposos, hermanos, a cómo hacer que una familia funcione.
-No jugar con fuego. Hacer el amor no es beberse un vaso de agua. Mucha gente juega con esto y queda atrapada y sin salida, en relaciones enfermizas.
-Personas con autoestima baja, y problemas de la niñez sin enfrentar, no son las adecuadas. Solo terminas en relaciones tóxicas. Para que el amor funcione, el amor no es suficiente.
Este mito tiene consecuencias terribles. Además, perdemos mucho tiempo, que es lo único que no recuperamos en la vida. También sufrimos desengaños y heridas emocionales que nos alejan más y más del verdadero amor.