Hasta la segunda semana de marzo de 2021, las estadísticas indicaban que más de 202 millones de personas habían recibido una dosis de la vacuna, mientras que 75 millones de ciudadanos ya habían culminado su ciclo de dosis.
Por supuesto, aún queda por atender a la inmensa mayoría de la población mundial, pero se espera que con el correr de este 2021 se siga ampliando el espectro de personas protegidas. Mientras tanto, la fatiga tras un año de encierro es real y la están padeciendo millones de personas que ven sus vidas en pausa.
Si la planificación semanal o mensual te está agobiando, una manera práctica de llevarlo todo es crear metas diarias. Piensa: ¿cuál es esa tarea o esas tareas que indispensablemente debes cumplir hoy? A mí me sirve muchísimo hacer lo más complicado primero, en la mañana, pero sé de personas que trabajan con mayor concentración por la tarde o por la noche.
Tomar un espacio de nuestro hogar, así sea un pequeño rincón en la sala, donde solamente nos dediquemos a trabajar, nos ayuda a mantener el enfoque ya que, al momento de sentarse a trabajar, a nuestro cerebro le será mucho más fácil concentrarse.
Y si no puedes tener un lugar destinado para ello, cuando termines de trabajar cierra tu laptop o apaga la computadora. Ayuda a tu mente a tener esos pequeños rituales que antes eran habituales para nosotros y que nos marcaban el inicio o fin de una jornada laboral.
Lo mismo has con tu cuidado personal: báñate y vístete para trabajar. No es necesario que te vistas de oficina, pero tampoco te quedes en pijamas todo el día. Recuerda que los hábitos nos ayudan a hacer las cosas más fáciles.
Cuando sientas que la tristeza por el aislamiento te embarga, busca hablar con amigos o compañeros de trabajo. Bien sea que se trate de reuniones virtuales programadas con regularidad o simplemente de un mensaje de texto grupal, escríbete con tus compañeros o amigos y haz tiempo para charlar de otros temas que no tengan nada que ver con el trabajo.
Como ves, es cuestión de voltear la tortilla. Estamos ante un nuevo paradigma de vida. Es natural a veces necesitemos tiempo, nuestro momento, para adaptarnos. Lo importante es aprender a fluir para no sufrir.