Estos son algunos de los temas que requirieron atención:
Se logró refinanciar la deuda por bonos con un ahorro de 300 mil dólares aproximadamente
El problema de la presencia de arsénico en el agua, algo que ocurre naturalmente en toda la región, está controlado. Queda una sola instalación ubicada en áreas desérticas, donde instalar equipos que retiren a este mineral es prohibitivo. Esta agua no se mezcla con la que los consumidores residenciales reciben y utilizan.
Se inició la construcción de una planta tratadora de aguas negras. Pronto, cuando esté en funcionamiento, el sistema funcionará más eficientemente y tendrá más capacidad para absorber el crecimiento que se producirá en nuestra región.
CRRUA escuchó a los residentes y ordenó se revise el estudio y conclusiones sobre el reordenamiento de tarifas. La Junta Directiva pospuso cualquier voto sobre cambios indefinidamente para estar seguros sobre los datos que se presentaron. Si bien es cierto que la estructura tarifaria actual no cubre las necesidades de infraestructura y provisión de servicios, la Junta Directiva quiere asegurar a los usuarios que la redistribución de cargos entre industria, comercio y residencias sea justa y equitativa. Hasta ahora, los clientes industriales han pagado menos que los residenciales en proporción al uso del agua y drenaje.
Existe el compromiso de hacer que las presentaciones públicas y materiales que se usen sean más fáciles de comprender y que estén disponibles en idioma español además de inglés. Se intentará contar con personal que pueda traducir a los asistentes.