Lo descubrieron en Europa, pero puede haber más botellas con una de las salsas más populares y picantes. Al parecer, la salsa comienza a fermentar en poco tiempo y al abrirla salpica las manos y ojos de quienes no pueden vivir sin ponerla a lo que se sirvan.
Tenga mucho cuidado. Ya se ordenó su retiro en varios países.