El fenómeno se produce por la dirección de rotación de la Tierra y los husos horarios. Los tres vuelos cruzaron la línea internacional de cambio de fecha, que está entre la costa de Asia y la costa oeste de Estados Unidos. Si se viaja desde el este hacia Asia y se cruza dicha línea, la fecha debe adelantarse un día. Pero si cruza en dirección contraria, la fecha deberá ser retrasada un día, todo esto porque la Tierra gira en dirección de oeste a este.
Uno de los vuelos fue el de Nippon Airways, que va de Tokio a Los Ángeles. Despegó a las 12.24 de la noche del 1º de enero (los pasajeros celebraron ya sentados la llegada del nuevo año) y aterrizó a las 16.32 del 31 de diciembre, por lo que tuvieron más de siete horas para desembarcar, llegar a sus casas y volver a festejar el cambio de año.
El segundo vuelo fue de Cathay Pacific que despegó de Hong Kong a las 12.15 de la noche del 1 de enero de 2020 y aterrizó a las 20.26 del 31 de diciembre de 2019 en Los Ángeles.
Y el más curioso es el vuelo de Air New Zealand que despegó de Auckland a las 11.05 del 1º de enero y aterrizó a las 16.42 del 31 de diciembre de 2019 en Papeeté, Tahití.
En este caso el vuelo dura tan solo 4 horas y media, y tanto el lugar del despegue como el de aterrizaje están cerca de la línea internacional de cambio de fecha por lo cual la diferencia horaria es tan grande.