Nigel Richards -de Nueva Zelanda- es el mejor jugador de Scrabble del mundo, y lo demostró de nuevo al ganar el Campeonato Mundial del Scrabble Clásico Francófono. Lo curioso es que Richards no habla ni una pizca de francés.
El truco para su éxito es aprender las palabras sin ocupar espacio del cerebro para recordar sus definiciones.
“Empezó a jugar Scrabble con su mamá porque se cansó de ganarle en las cartas. Ella pensó que sería capaz de ganarle, ya que él no era bueno en inglés en la escuela”, dice un amigod. “Él fue al club, y muy pronto batió a todos ahí”.
Richards pronto comenzó a competir a nivel internacional y se ganó una reputación por su habilidad extraordinaria en el juego.
“Desde que el sistema de ranking mundial de Scrabble comenzó, él ha estado en la parte superior la mayor parte del tiempo”, dice su amigo”. No parece que vaya a perder en algún momento cercano, porque nadie ha tenido una clasificación tan alta nunca”.
Richards había ganado cinco Campeonatos Norteamericanos de Scrabble, y tres campeonatos del mundo de Scrabble —todos en inglés, su lengua materna— que es más de lo que cualquier otro competidor haya hecho. Antes de su victoria ya había sido clasificado como el mejor jugador de Scrabble de todos los tiempos.
“Es muy tranquilo y sin emociones, no tiene ninguna agitación y cuando juega no puedes saber qué tiene”, dice Fagerlund. “Cuando termina, no está realmente interesado en el análisis del juego de la manera en que otros jugadores lo están; una vez que termina simplemente quiere pasar al siguiente”.
A pesar de su habilidad sin igual en el Scrabble a nivel internacional, Richards tiene una actitud humilde y no le gustan las atenciones que recibe.
Ahora de 48 años, Richards ha sido clasificado por los medios de comunicación como un hombre dedicado a la paz espiritual, que le gusta la bici, no fuma ni bebe, ni ve televisión o escucha la radio. Es difícil de saber mucho sobre su vida personal, ya que rara vez da una entrevista.
“Sé que la gente en los clubes (de Scrabble) aquí en Nueva Zelanda, en especial en la ciudad de Christchurch, está muy orgullosa de él.”