Lo más repugnante de la reportada
propuesta del presidente Donald Trump de “dispararles en las piernas” a los
migrantes mexicanos y centroamericanos en la frontera no es solo que se trata
de un comentario cruel que uno solo esperaría de un dictador de alguna
república bananera, sino el hecho de que está perpetuando su mentira descarada
de que Estados Unidos tiene una “crisis migratoria”.
De hecho, la supuesta “crisis
migratoria” de Trump es un engaño. Como verán en los datos a continuación, es
una ficción que Trump inventó desde el comienzo de su campaña de 2015 para
avivar la xenofobia y tratar de presentarse como un salvador de la patria. Es
una vieja receta de los demagogos nacionalistas y populistas, con la que busca
ganar la reelección en 2020.
La sugerencia de Trump de “dispararles
en las piernas” fue realizada en una reunión de la Casa Blanca en marzo, según
el libro de próxima aparición “Guerras Fronterizas: El ataque de Trump a la
inmigración”, por los periodistas del New York Times Michael
D. Shear y Julie Hirschfield Davis.
En la reunión, Trump
arremetió contra sus principales ayudantes por no hacer lo suficiente para
detener a los migrantes en la frontera. Además de pedir que las tropas disparen
a los migrantes en las piernas, Trump pidió que se fortifique el muro con una
trinchera llena de agua, “repleta de serpientes o cocodrilos”, dice el libro.
“¡Me están haciendo quedar como un idiota!”, Trump
gritó a sus colaboradores en esa reunión, según el libro. “Basé mi campaña en
esto. Este es mi tema”.
Pero mientras que la mayoría de los medios de
comunicación se están enfocando en la crueldad e ilegalidad de las palabras de
Trump, pocos están haciendo hincapié en su falsa premisa de que hay una
“invasión” sin precedentes de migrantes mexicanos y centroamericanos. Vean los
datos:
▪ Contrariamente a lo que dice Trump, el número de
indocumentados que llegan a este país ha disminuido significativamente en los
últimos años. A pesar de un pequeño aumento el año pasado, el número de
inmigrantes indocumentados apresados en la frontera se ha desplomado de 1.6
millones en 2001 a 396,000 en 2018, según la Oficina de Aduanas y Protección
Fronteriza de EEUU.
▪ Aunque Trump está obsesionado con su muro en la
frontera, una proporción cada vez mayor de indocumentados está llegando por
avión como turistas o viajeros de negocios, y se quedan más allá de lo
permitido en sus visas. Estos últimos migrantes “han constituido una gran
mayoría de las llegadas de inmigrantes no autorizados”, según el Pew Research
Center, un respetado centro no partidista de recolección de datos.
▪ Mientras Trump se enfoca en los migrantes mexicanos y
centroamericanos, en 2017 el principal país de origen de nuevos inmigrantes,
tanto legales como no autorizados, fue India, con 126,000 personas, seguida por
México (124,000) y China (121,000), muestran las cifras del Centro Pew.
▪ Contrariamente a la afirmación de Trump de que los
inmigrantes indocumentados le sacan trabajo a cada vez mas estadounidenses, el
porcentaje de indocumentados como parte de la fuerza laboral de Estados Unidos
cayó del 5.4 por ciento en 2007 al 4.6 por ciento en 2017, según el Centro Pew.
▪ A diferencia de la afirmación de Trump de que los
inmigrantes indocumentados traen el crimen al país, un nuevo estudio de la
Universidad Estatal de Florida de más de 19,000 ex delincuentes de la Florida
publicado en la revista Justice Quarterly muestra que los inmigrantes —tanto
documentados como indocumentados— cometen menos crímenes que los nacidos en
Estados Unidos.
Por supuesto, Trump debe saber todo esto, pero los
hechos no le importan. Está perpetuando su campaña de miedo contra los
inmigrantes porque cree que con eso energizará a su base. Lo más vergonzoso de
todo esto no es sólo la crueldad de querer dispararle a los migrantes, sino el
hecho de que todo su discurso migratorio está basado en falsedades, y que solo
apunta contra los migrantes latinos.